El manejo de la ciudad sobre el tema de los indigentes no solo es inefectivo, es inhumano.
Como miembro del Consejo de la Ciudad, uno de mis oponentes permitió la crisis de Hepatitis A. El permitió que nuestras banquetas se convirtieran en campamentos.
Esto no es sustentable. Esto no es humano. Y no va a continuar bajo mi cuidado.
La falta de vivienda es sólo una parte de la causa y continuidad de la indigencia.
Es por eso que debemos de conectar los beneficios del acceso a programas de salud mental, servicios de rehabilitación de adicciones, y programas para encontrar trabajo, para así curar el lado humano de la indigencia y reducir el gran costo que representa para los ciudadanos al convertir a personas que hoy en día no tienen esperanzas, en miembros productivos de nuestra sociedad.
Yo desarrollé un plan comprensivo basado en la información, el cual utilice todos nuestros recursos regionales y permita que podamos rendir cuentas a los ciudadanos por medio de resultados.